25 de noviembre de 2021 “Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte” Minerva Mirabal Un año más, y coincidiendo con el 40 aniversario desde su constitución, la Federación Española de Municipios y Provincias renueva su compromiso con la igualdad y contra la violencia de género, y muestra su preocupación ante el aumento de los asesinatos de mujeres a manos de
sus parejas y exparejas y ante la escalada de violencia vicaria. Han pasado cuatro décadas desde que Latinoamérica marcó el 25 de noviembre como el Día
Internacional de No Violencia contra las Mujeres en honor a las dominicanas Minerva, Patria y
María Teresa Mirabal, tres hermanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del
dictador Rafael Leónidas Trujillo, del que eran opositoras. 20 años después, Naciones Unidas
declaraba esa misma fecha como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer. En España, la Constitución de 1978 consagra, a través de sus preceptos, la Igualdad real y
efectiva, así como la plena participación de toda la ciudadanía en la vida política, económica,
cultural y social (artículo 9.2), la Igualdad de sexos (artículo 14), el derecho a la vida, a la
integridad física y moral, sin que pueda ser sometida a tortura ni a penas o tratos inhumanos
o degradantes (artículo 15), el derecho de la persona a la libertad y la seguridad (artículo 17), y
el derecho a la intimidad personal y familiar (artículo 18). Y en 2004, la aprobación de la Ley
Orgánica, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género,
supuso un paso más en la lucha contra la Violencia de Género. A pesar de todos los esfuerzos, la histórica desigualdad entre mujeres y hombres continúa
afectando no sólo a su integridad física sino al reconocimiento de su dignidad y es por ello
que, gracias a la conciencia social y al rechazo de la ciudadanía, España ha sido el primer país
en acordar, en 2017, un Pacto de Estado contra la violencia de género. En todo momento, las Entidades locales hemos estado y seguimos estando al lado y del lado
de las víctimas, impulsando el debate político para que lo público deje de ser privado;
apoyando la legítima reivindicación del derecho de las mujeres a no sufrir ningún tipo de
violencia; y abordando, desde un enfoque multidisciplinar, la planificación de las políticas
locales, el acompañamiento integral a las víctimas y el desarrollo de medidas de sensibilización
y prevención dirigidas al conjunto de la ciudadanía. Por nuestra cercanía, los Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos
Insulares, asumimos la implementación directa de normas y planes con medidas específicas
que favorecen la igualdad de oportunidades, redoblamos los esfuerzos en la detección de la
violencia de género, en todas sus formas y en todos sus ámbitos; y diseñamos, desde la defensa
de los derechos de las mujeres, políticas integrales para superar esta una lacra social que ha
roto miles de vidas.
Para ello, los Gobiernos locales reunidos en la FEMP:
– Invitamos a todas las Entidades Locales a adherirse a esta Declaración y nos sumamos
a todas las voces que claman por un futuro en igualdad.
– Reconocemos la gravedad de la violencia machista como un problema político de
primer orden, de salud pública y como un grave atentado a los Derechos Humanos
fundamentales
– Asumimos la responsabilidad en el proceso de intervención con víctimas de violencia
machista y defendemos el principio de reparación en todas sus fases
– Alertamos sobre el aumento de los asesinatos machistas y manifestamos nuestra
preocupación ante la violencia vicaria y ante el desamparo que sufren los huérfanos y
huérfanas.
– Recordamos que es necesario garantizar que la igualdad de género y los derechos de
las mujeres como elemento clave para garantizar la recuperación social y económica
de todas las personas a nivel global.
– Defendemos la necesidad de promover acciones globales consensuadas que
garanticen la continuidad de las políticas dirigidas a la eliminación de las normas
sociales discriminatorias y el refuerzo de los programas de prevención y lucha contra la
violencia de género.
– Demandamos la implementación de proyectos y programas locales que garanticen la
igualdad de género en el empleo y el apoyo al espíritu empresarial de las mujeres,
como medidas para preservar su independencia económica y prevenir la violencia de
género.
– Manifestamos nuevamente nuestra preocupación por las altas tasas de empleo
temporal de las mujeres que, unido a la destrucción y la caída del empleo advierten de
un peligroso aumento de la brecha de género.
– Ratificamos nuestro compromiso con el Pacto de Estado contra la violencia de género
y recordamos la necesidad de continuar avanzando en su desarrollo.